Calaveras Literarias
El origen de las calaveras literarias se encuentra en el artículo “Muertos y panteones” escrito por Guillermo Prieto en El Siglo XIX, del 28 de octubre de 1878. Desde su inicio las calaveras literarias tienen un carácter crítico hacia las personas públicas por lo que hacen o no hacen. En su crónica Guillermo Prieto nos dice: “Era muy frecuente que amantes desdeñados o matrimonios mal avenidos, cohechasen a monigotes y cantantes para que proclamaran en su responso el nombre del petimetre veleidoso o de la querida infiel y entonces, si el aludido o alguno de sus deudos era de brío y alentaba coraje, sacudía trancazos que era una gloria a los búhos, y aquellos gritos, y aquella zambra, y aquellas lágrimas calientes y genuinas, eran como quien dice, el complemento y la gloria del día”. Esos “responsos” se transformaron hasta ser un instrumento jocoso en el hablar del mexicano, se opina de política y de políticos, en relación con la gente pública. De las primeras calaveras, ten...