Dialoguito de mamá tierra con D. Cometa Halley
Para que vean que siempre han existido las noticias catastróficas:
Dialoguito de Mamá Tierra con D. Cometa Halley. Grabado Posada. Imprenta Vanegas Arroyo. Foto Lobo. |
El
Cometa.- ¡Uy, que te mato á tus gentes!
¡Uy, que te envuelvo en mi cola!
¡Uy, que les clavo mis dientes
Y te vas á quedar sola!
La
Tierra.- ¡Ay, don Halley, por favor,
Tenga piedad de mis hijos,
Que aunque ingratos los canijos,
Los adoro con amor!
El
Cometa.- Pero yo no he tenido,
Por andar de vagabundo,
Pariente ni conocido......
¡No entiendo lo que es un mundo!
Así, pues, señora mía,
Dispóngase á buen morir
Que sea corta su agonía......
¡No me gusta hacer sufrir!
La
Tierra.- Pero..... ¿qué usted no
respeta
Al hombre, genio atrevido?
Entonces, señor cometa,
Usted no le ha conocido.
Es el rey de la Creación,
La gobierna con denuedo......
Pero aquí en esta ocasión
Tiembla ya de puro miedo......
El
Cometa.- Vaya, comprendo tu pena,
Pero están tan consentidos,
Qué te estoy mirando llena
Ya tan solo de bandidos.
Mas no á todos mataré,
Los buenos se salvarán,
Un hogar respetaré,
Para otra Eva y otro Adán.....
La
Tierra.- ¡Caracoles qué consuelo!
Me vas á dejar sin gente,
Me vas á dejar al pelo....
¡Vaya un tío más imprudente!
El
Cometa.- ¿Qué estás diciendo insensata?
¿Te atreves á alzar la voz?
¡Pues vas á ver, vive Dios,
Que a mí no me das la lata!
La
Tierra.- ¡Perdón, don Halley, perdón!
¡Piedad para mis hijitos!
¡Mira con que apuración
Corren todos, pobrecitos!
La
Luna.- (Haciéndose á un lado)
¡Rechufla menudo susto
Ha llevado mamá tierra!
Y yo que por puro gusto
Haré al cometa la guerra.
Oye, tierrita del alma,
No te asustes de ese modo;
Recobra un poco la calma
Y yo me encargo de todo.
Haber, don Halley, sabremos:
¿Con qué derecho importuna
A la tierra? ¿le debemos?
¡Yo le pago, doña Luna!
Yo, con mis rayos de plata,
Acunaré lo bastante;
Acunaré lo bastante;
No venga á meter la pata,
Que puede caro costarle.
Siga pues, por su camino
Y no se meta en honduras,
Que a mí me importa un comino
que tenga las manos duras.
Echemos unos cohetitos
Y alguna lluvia de estrellas,
Unos fuegos muy bonitos
Con luces grandes y bellas.
En eso debe ocupar
Los días que lo ven del diario,
Celebrando así al pasar
¡Las fiestas del Centenario!
Imp.
de Antonio Vanegas Arroyo. 2a. de Santa Teresa Núm. 43. México 1910. [sic]