LA CAMPANA DE DOLORES/ J Luis Villalobos A

Uno de los símbolos patrios es la campana con la que el cura Miguel Hidalgo llama a misa el 16 de septiembre de 1810, que no el 15. El 16 fue domingo y día de mercado, por lo que para algunos investigadores el llamado a misa no puedo ser en la madrugada, ya que las comunidades se encontraban distantes unas de otras, el llamado a misa fue a las ocho de la mañana. Sea como sea, el inicio del movimiento de Independencia, fue el 16 de septiembre de 1810.







Retrocedamos un poco en el tiempo, en 1712 se inició la construcción de la parroquia de Dolores, Guanajuato y se terminó en 1778; su costo fue de doscientos cincuenta mil pesos. Siendo de estilo barroco mexicano y con dos torres de tres cuerpos cada una.







La campana se fabricó ahí mismo y colocada en la torre oriental en l767, cuando el primer cuerpo de la torre fue concluida.







La composición de la campana es una aleación de 90% de cobre, 9.7% de estaño y 0.3% de plata con huellas de oro. Mide 1.06 metros de diámetro mayor y 77 centímetros de altura, tiene una cruz arriba y abajo se aprecian dos fajas, la primera con el nombre de San Joseph y la otra con la fecha de su fundición 22 de julio de 1768.







La campana de Dolores tiene un contrapeso de encino que era empleado para echarla a vuelo, a la vez que le sirve de sostén al llevar este contrapeso, se les llama esquilón y no campana.







Documentos que se encuentran en el archivo histórico del Obispado de Michoacán, señalan que Francisco Licazo fue el sacristán mayor del esquilón de Dolores en 1768, siendo el primero en tañerla. Al momento del Grito de Dolores, el sacristán era el "cojo" Galván, quien tocándola, reunió a los primeros insurgentes.







El 28 de junio de 1896, la campana fue bajada de la torre en una ceremonia emotiva, ante un pueblo muy emocionado y en presencia de las autoridades, entonaron el himno nacional.







La campana fue trasladada en los Ferrocarriles Nacionales de México, custodiado por el ejército mexicano, arribó a la ciudad de México el 30 de junio, y se llevó al museo de artillería, donde estuvo hasta el 14 de septiembre en que se trasladó a Palacio Nacional, en un carro alegórico.







Frente a Palacio Nacional, Porfirio Díaz hizo recepción oficial de la Campana de Dolores. El general Sóstenes Rocha pronunció el discurso de la ocasión, siendo contestado por el Presidente de México de esta forma: "...El gobierno acepta el honroso encargo de cuidar la preciada reliquia, ya que es como el fonógrafo que guarda la voz del cura Hidalgo, convocando al pueblo mexicano a defender su libertad".







Así, la campana repicó por primera vez, en Palacio Nacional, en el 86 Aniversario del Grito de la Independencia, en el año 1896.


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